Lentes antes, durante y pasada la Pandemia


 




Autor: Martín De Tomás. Técnico óptico y contactólogo.

Especialista en lentes oftálmicas, filtros y prescripciones complejas.

420nm incoloro, 450nm amarillo, 527nm naranja y 600nm rojo. En ese orden podemos presentar los filtros oftálmicos que en este contexto de hiperconectividad impuesto por la pandemia dejaron de ser exclusividad de las cajas de filtros de baja visión y hoy se ofrecen online hasta en nuevas terapias futuristas como es el Biohacking.

Tomemos como punto de partida el día 1 según el Génesis, donde Dios dijo: “Sea luz” y fue la luz. Tengamos en cuenta que esa luz ya venía con su importante componente de azul.

Millones de años después tres japoneses, Akasaki, Amano y Nakamura, serían premiados en 2014 con un Nobel, al terminar de darle forma a todo lo estudiado y probado en la aparición y aplicación de los diodos azules.

La luz led blanca con alto contenido de azul empezaría a reemplazar la mayoría de las fuentes de iluminación, incluyendo monitores y pantallas de todos los dispositivos digitales.

Hoy podemos decir que, además de hacerse con un Nobel, estos tres japoneses son los responsables de que el cerebro del ser humano, por primera vez en su historia, no pueda discernir entre el día y la noche, la luz y las tinieblas.

¿En quÉ interfiere la luz azul?

Hay tres problemáticas principales en lo que refiere a los efectos de la luz azul en el sistema visual y su impacto en el organismo en general.

1. Refracción y percepción. Es el rango del espectro visible con mayor índice de refracción, razón por la cual en los sistemas emétropes refractan antes de llegar a retina pudiendo causar inconvenientes de enfoque, dispersión y contraste.

 2. Efectos Fototóxicos en retina. Quizás sea éste el punto más controversial por la falta de evidencia en estudios en seres humanos, aunque los resultados arrojados en los estudios hechos en animales (roedores), sí han corroborado su efecto negativo.

3. Ritmo circadiano. Al ponerse el sol, es justamente la ausencia de azul lo que activa la secreción de melatonina para entrar en el ciclo del sueño. El cambio abrupto de la iluminación incandescente a led en todo tipo de pantallas sumado a las horas de sobreexposición ante dispositivos digitales es lo que está preocupando a varias áreas relacionadas a la salud por cómo esto afecta tanto al ciclo del sueño como también a todas las actividades indispensables que el organismo ejecuta durante estas horas de descanso.

Este último punto es el principal motivo por el cual resurge la oferta de filtros bloqueadores de azul, los cuales hasta hace poco tiempo solo estaban reservados para especialidades como, por ejemplo, la Baja visión.

¿DEsde cuÁndo se trata la problemática en el sector?

Ya desde 1938 se pueden encontrar  publicidades de lentes aéreos amarillos en las que se resaltaba la importancia de cortar la luz azul para mejorar la visión en días nublados, en la conducción con niebla, en la práctica de tiro y en la visión nocturna.

En lo que respecta al uso de filtros bloqueadores de azul para ser aplicados en patologías más específicas se puede encontrar amplia bibliografía sobre el tema. Ya en el año 2001, en el ámbito local, se publicó el libro “Baja Visión” de la doctora Lydia Gurovich, donde en uno de sus capítulos detalla desde estudios realizados a partir de los años 80, distintos tipos de filtros, empresas que los comercializaban y hasta cuándo y cómo prescribirlos. Veamos, por ejemplo, cómo se mostraban las características de los filtros CPF (Corning Photocromatic Filters) (Gurovich, 2001)

 Filtran longitudes de onda corta, azul y ultravioleta, filtrando el 100% de los rayos UVB y el  98% de los UVA.

Son fotocromáticos y pueden incorporar una prescripción.

Su número designa la onda cut-off por debajo de la cual casi toda la luz es absorbida.

 a. CPF 550: cut-off espectral 550nm.

Cuando están más claros tienen una transmisión de 21%, al oscurecerse solo del 5%.

b. CPF550-XD: Se usan en casos de extrema fotofobia, en la aniridia,  y en la acromatopsia. Al oscurecerse pasan de una transmisión del 9% a 4%.

 

c. CPF 527: Cuando están claros tienen una transmisión de 32%, al oscurecerse 11%. Bloquean el 100% de UVA y UVB.

 

d. Últimamente, los fabricantes agregaron las lentes CPF527XD: Según su especificación se usó en su fabricación el mismo criterio que para los CPF Glare cutter, lo que provee un color más natural de la escena visual que el CPF 527 original. Se pueden prescribir como lentes plano, multifocales fusionados o progresivos, con una adición de hasta +3 dioptrías. Pasan de una transmisión de 33% a 15% al oscurecerse.

 

e. CPF450: Destinado a usarse en interiores para leer, ver televisión, reduce el encandilamiento causado por la luz fluorescente. Filtra moderadamente ondas más cortas, transmitiendo totalmente las ondas más larga. El 67 % de  transmisión cuando están claros y el 19 al oscurecerse.

 

f. Glare cutter lens: También de la serie Cornin. Se usan en exteriores y reducen el encandilamiento. La distorsión del color es la mínima. Bloquean 100% de los rayos UVB y más del 90% de los UVA. Cuando están claros transmiten el 18%. Oscuros el 6%.


Estos filtros CPF anteriormente mencionados y cualquier otro filtro desarrollado en esos años, el único azul que buscaban filtrar provenía del sol o, en su defecto, de alguna luminaria fluorescente. Nada tenían que ver con las pantallas, las cuales en aquellos días estaban conformadas de luz incandescente, por lo tanto en ninguna de estas bibliografías veremos el empleo de estos filtros buscando regular el ritmo circadiano o ciclo de sueño.

 LUZ AZUL TURQUESA ESENCIAL, SOLO EN EL DÍA

como dijimos anteriormente, la aparición de la luz led blanca con alto contenido de azul en el alumbrado, iluminación en general y en todas las pantallas estaría confundiendo al cerebro retrasando la secreción de melatonina. Si bien sabemos que así como la luz azul violeta sería la más perjudicial para el sistema visual y la luz turquesa es la que sí precisamos para mantenernos activos, regular el ritmo circadiano y mantener el buen ánimo, entre otros beneficios, seguir recibiendo esta luz en horas de la noche a través de fuentes artificiales sería contraproducente.  Es por esta razón que en este contexto pandémico creció la oferta de este tipo de filtros bloqueadores del azul no solo desde el sector óptico u oftalmológico sino también desde otras áreas de la salud e incluso desde terapias alternativas como el Biohacking.

Hoy estos filtros además de ofrecerse para reducir la fatiga visual por el esfuerzo acomodativo que implica el desenfoque del azul para prevenir el posible daño fototóxico a largo plazo, también se están ofreciendo según su  cut-off espectral para usar en diferentes horas del día con la intención de nivelar el impacto de los azules en el ciclo circadiano. Por ejemplo:

  • Filtros de corte 420: es el tipo de tecnología más demandada desde hace unos años y sobre todo en este contexto de pandemia. Filtran todos los violetas nocivos hasta 420nm, por lo tanto, también garantizan el 100% de corte UV. Son transparentes, no alteran la percepción del color y pueden usarse en todo momento y en todo ámbito.
  • Filtros de corte 450 (amarillo): garantizan el corte de los azules hasta los 450nm. Alteran la percepción del color y permiten el paso de los azules turquesa.
  • Filtros de corte 527 (naranja): garantizan el corte total de todo rastro de azul. En lo que respecta al ritmo circadiano, se recomienda su empleo después del atardecer ya que el azul durante el día es necesario para mantenernos activos y de buen ánimo. Fueron los primeros filtros en ser recomendados por la comunidad científica cuando empezó a estudiarse la relación entre la problemática entre el sueño y las pantallas.
  • Filtros de corte 600 (rojo): algunas terapias alternativas lo recomiendan para sacar todo rastro de azul e incluso de verde en las últimas horas de la noche para que nada interfiera en la correcta función de la glándula pineal. Todos los que trabajamos alguna vez con filtros y conocemos cómo se ve a través de un filtro 600 sabemos que, salvo alguna patología en particular o en algunos casos de extrema fotofobia, este tipo de filtro y su baja transmisibilidad hace que sea poco tolerable al sistema visual.

Es fundamental la adquisición de este tipo de filtros dentro del ámbito de la óptica y la oftalmología por parte de profesionales que se especialicen en filtros de baja visión y/o seguridad y que puedan garantizar la eficacia del corte espectral de dichos filtros.

Bibliografía

Gurovich, L. (2001). Baja Visión. En L. Gurovich, Baja Visión (pág. 158). Buenos Aires: Copyright.




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